jueves, 17 de enero de 2013


 Los 12 principios pedagógicos que sustentan el plan de estudios. 

Los 12 principios pedagógicos son condiciones esenciales para la implementación del currículo, la transformación de la práctica dicente, el logro de los aprendizajes y la mejora de la calidad educativa.
1.- Centrar la atención en los estudiantes y en sus procesos de aprendizaje.
Para el profesor, el estudiante es primordial  para lograr el aprendizaje, porque desde etapas muy tempranas el desarrollo de habilidades y capacidades se deben ir moldeando para así seguir aprendiendo a lo largo de su vida, creando la capacidad de solucionar problemas, pensar críticamente, comprender y explicar situaciones desde diferentes áreas del saber, manejo de información, innovar  y crear distintos órdenes en el transcurso de la vida, para ello es importante y sobre todo necesario reconocer la diversidad social, cultural, lingüística, de capacidades, estilos y ritmos de aprendizaje que poseen, es decir todo ello desde el entorno en el que se encuentren.
2.-Planificar para potenciar el aprendizaje.
La planificación es sin duda, una herramienta sustantiva  para lo que es la práctica docente; potencializa el aprendizaje del estudiante mediante lo que son las competencias, al mismo tiempo que organiza actividades a partir de diferentes maneras de trabajo. Esto debe conllevar, a que el estudiante formule alternativas de solución.
Para diseñar una planificación es conveniente, saber mucho de los alumnos, de con quién sé está trabajando, principalmente:

  • ·         Reconocer que el estudiante aprende a lo largo de la vida, involucrándose en su proceso de aprendizaje.
  • ·         Crear estrategias didácticas, propiciando la movilización de saberes, y de evaluación del aprendizaje congruente con los aprendizajes esperados.
  • ·         Generar, ambientes de desempeño que brinden información del docente para la toma de decisiones y continuar impulsando el aprendizaje de los estudiantes.
  • ·         Considerar evidencias de desempeño que brinden información al docente para la toma de decisiones y continuar impulsando el aprendizaje del estudiante.


Desde los puntos mencionados anteriormente, se requiere el conocimiento de los aprendizajes esperados y del cómo aprenden los alumnos, la capacidad del cómo es que soluciona problemas y qué tan significativos son para el contexto en que desenvuelven.
3.- Generar ambientes de aprendizaje.
Al espacio, donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posibilitan el aprendizaje se le denomina ambiente.
Esta,  es la perspectiva que se asume a los ambientes de aprendizajes media la actuación del docente, construyéndolos y empleándolos como tales.
En esta construcción deben destacar los siguientes aspectos:

·         Claridad respecto a los aprendizajes esperados.
·         Reconocer los elementos del contexto.
·         La relevancia de los materiales educativos. (Impresos, audiovisuales, digitales).
·         Interacción maestro alumno.

De igual manera, en el hogar se debe tener un determinado tiempo y espacio para desenvolverse en un marco de intervención, apoyando las actividades académicas.
4.-Trabajar en colaboración para construir el aprendizaje.
El trabajo en equipo, alude tanto a maestros como estudiantes; orienta también las acciones para el descubrimiento, solución de problemas, coincidencias, diferencias, con el propósito  de construir aprendizajes en colectivo.
Para lograrlo se manejan las siguientes características:
·         Ser inclusivo
·         Definir metas comunes
·         Favorecer el liderazgo compartido
·         Permitir el intercambio de recurso
·         Desarrollar el sentido de responsabilidad y corresponsabilidad
·         Realizar en entornos presenciales y virtuales, en tiempo real y asíncrono.
5.- Poner  énfasis en el desarrollo de competencias, el logro de los Estándares Curriculares y los aprendizajes esperados.
Una competencia, es la capacidad de responder a diferentes situaciones, e implica un saber hacer (habilidades), con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes).
Los estándares curriculares, son descriptores de logro y definen aquello que los alumnos demostrarán al concluir un periodo escolar; sintetizan lo que son los programas de estudio de educación básica.
Los aprendizajes esperados, son indicadores de logro,  en términos de la temporalidad establecida en los programas de estudio, definen lo que se espera de cada alumno en términos de saber, saber hacer y saber ser; concretan el trabajo al docente al hacer constatable lo que los estudiantes logran; constituyen un referente para la planificación y la evaluación en el aula.
Las competencias, estándares  curriculares y aprendizajes esperados, proveerán a los estudiantes de las herramientas adecuadas para la aplicación eficiente e todas formas de conocimientos adquiridos, intencionalmente a que respondan demandas actuales en diferentes contextos.
6.- Usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje.
Hoy día, los materiales educativos, son diversos, tanto en formatos y medios de acceso que requieren habilidades especificas  para su uso (como lo son el uso de las tecnologías).
En la actualidad, aparte del libro de texto, se deben poseer diversos materiales para manejar el aprendizaje permanente.
Los materiales educativos empleados por el colectivo escolar permiten el disfrute en el uso del tiempo libre, la creación de redes de aprendizaje y la integración de comunidades de aprendizaje en que el maestro se concibe un mediador hará el uso adecuado de los materiales educativos.
7.-Evaluar para aprender.
El encargado de evaluar los conocimientos del alumno, es el docente, y también es quien realiza un seguimiento, crea oportunidades de aprendizaje y hace modificaciones en su práctica para que estos logren los aprendizajes en el Plan y los programas de estudio.
La evaluación, es el proceso que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación: por lo tanto es parte constitutiva de la enseñanza y el aprendizaje.
8.-Favorecer la inclusión para atender a la diversidad.
La educación es un  derecho fundamental y una estrategia para ampliar las oportunidades, instrumentar las relaciones interculturales, reducir las desigualdades entre grupos sociales, cerrar brechas e impulsar la equidad. Por lo tanto, al reconocer la diversidad que existe en nuestro país, el sistema educativo hace afectivo este derecho al ofrecer una educación pertinente e inclusiva.
Los docentes deben promover entre los estudiantes el reconocimiento de la pluralidad social, lingüística y cultural como una característica del país y del mundo en el que viven, y fomentar que la escuela se convierta en un espacio donde la diversidad puede apreciarse y practicarse como un aspecto de la vida cotidiana y de enriquecimiento para todo.
9.- Incorporar temas de relevancia social
Los temas de relevancia social, se derivan de los retos que una sociedad cambia consecutivamente y requiere que estos actúen con responsabilidad ante el medio natural y social, la vida, la salud y la diversidad social, cultural y lingüística.
Todo ello, favorece valores y actitudes sin dejar de lado los conocimientos y habilidades, y se refieren a la atención, a la diversidad, la equidad de género, la educación para la salud, la educación sexual, la educación ambiental para la sustentabilidad, la educación financiera, la educación del consumidor, la prevención de la violencia escolar (bullying), la educación para la paz y los derechos humanos, la educación vial, y la educación en valores y ciudadanía.
10.- Renovar el pacto entre el estudiante, el docente, la familia y la escuela.
En la escuela, la aplicación de las reglas y normas suele ser una atribución exclusiva de los docentes y del director, dejando fuera la oportunidad de involucrar a los estudiantes en la comprensión de su sentido y el establecimiento de compromisos con las mismas. Si las normas se forman de manera colaborativa con los alumnos e incluso con su familia, se convierte en un compromiso compartido, incrementándose  la posibilidad de que se representen, permitiendo fortalecer su autoestima, si autorregulación y su autonomía.
11.- Reorientar el liderazgo.
Este punto, implica un compromiso personal y con el grupo, una relación horizontal en la que el diálogo informado favorezca la toma de decisiones centrada en el aprendizaje de los alumnos. Se tiene que construir y expresar en prácticas concretas  y ámbitos específicos, para ellos se requiere  mantener una relación de colegas que, además de contribuir a la administración eficaz de la organización , produzca cambios necesarios y útiles.


12.- La tutoría y la asesoría académica a la escuela.
La tutoría se concibe como el conjunto de alternativas de atención individualizada que parte de un diagnóstico. Sus destinatarios son estudiantes o docentes. En el caso de los estudiantes se dirige a quienes presentan rezago educativo o, por  el contrario, poseen aptitudes sobresalientes; si es para los maestros, se implementa para solventar situaciones de dominio especifico de los programas de estudio. En ambos casos se requiere del diseño de trayectos individualizados.

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