jueves, 17 de enero de 2013

CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR


PRIMERA CARTA
ENSEÑAR-APRENDER.
LECTURA DEL MUNDO-LECTURA DE LA PALABRA
Enseñar no existe sin el aprender, el acto de enseñar exige la existencia de quien enseña y de quien aprende. El enseñar y el aprender se van dando de manera tal que quien enseña aprende porque reconoce un conocimiento antes aprendido, y por el otro porque observando la manera como la curiosidad del alumno aprendiz trabaja para aprender lo que se le está enseñando, sin lo cual no aprende, el educador se ayuda a descubrir dudas, aciertos y errores.
El aprendizaje del educador, verifica en la medida en que éste, humilde, abierto, se encuentre permanentemente disponible para repensar lo pensado, para revisar sus posiciones; se percibe en cómo busca involucrarse con la curiosidad del alumno y los diferentes caminos y senderos que esta lo hace recorrer.
Al enseñar, reconstruyendo los caminos de su curiosidad, el educador  tiene un momento rico de su aprender en el acto de enseñar. Aprende primero a enseñar, pero también aprende a enseñar  al enseñar algo que es reaprendido  estar siendo enseñado.
La responsabilidad ética, política y profesional del educador le impone el deber prepararse, de capacitarse, de graduarse antes de iniciar su actividad docente, mediante procesos permanentes.
Estudiar, el sujeto para aprender,  estudiar es en primer lugar un quehacer crítico, creador recreador.
El acto de estudiar siempre implica el de leer, aunque no se agote en este. De leer el mundo, de leer la palabra y así leer la lectura del mundo hecha anteriormente. Leer no es mero entretenimiento ni tampoco un ejercicio de memorización mecánica de ciertos fragmentos de texto, leer es una opción inteligente, difícil, exigente, pero gratificante; es procurar o buscar crear la comprensión de lo leído.; de ahí la enseñanza de la importancia correcta de la lectura y de la escritura, entre otros puntos fundamentales. Enseñar a leer es comprometerse con una experiencia creativa alrededor de la comprensión. De la comprensión y la comunicación.
Un ejercicio critico siempre exigido por la lectura y necesariamente por la escritura es el de cómo franquear fácilmente el pasaje de la experiencia sensorial, característica de lo cotidiano, a la generalización que se opera en el lenguaje escolar, y de éste a lo concreto tangible.
La lectura de la palabra, haciéndose también búsqueda de la comprensión del texto y por lo tanto de los objetos referidos en él, nos permite ahora la lectura anterior del mundo. La lectura del mundo que se hace partir de la experiencia sensorial no es suficiente. Tampoco puede ser mundo abstracto de los conceptos y que va de la generalización a lo tangible.

Nadie escribe si no escribe, del mismo modo nadie que nadie nada si no nada.
El uso del lenguaje escrito y por lo tanto de la lectura, está en relación con el desarrollo de las condiciones materiales de la sociedad.
COMENTARIO
Este libro, me está empezando a llamar la atención cada vez, más, creo que al punto que el autor pretende llegar, o sea, claro está que son diversos, pero en esta primera carta, se refiere a que la mecánica de enseñar a leer, no es simplemente memorizar ni mucho menos, es leer y entenderlo, a lo que va es a la comprensión. La actualidad a medida que pasa el tiempo, es cada vez de  una menor educación de una menor actitud en los seres humanos, puesto que creo que hay más distractores (claro está que la tecnología es sorprendente, pero es necesario utilizarla adecuadamente), que hacen que la gente sea más floja y las cosas le sean mucho más fáciles. En lo personal, creo que las TIC´S, son fabulosas, pero en relación con el libro, creo que de cierta manera han afectado a la sociedad y sobre todo, la han afectado también en la comprensión de la lectura, principalmente ese copiado y pegado de las páginas de internet. A la gente cada vez le interesa menos saber y se están mal acostumbrando cada vez más, a conformarse con lo que saben y a que las cosas les lleguen solas.
El hecho de aprender, como lo menciona el autor, es un quehacer crítico, creador y recreador, siempre busca más y sobre todo implica la lectura, mucha lectura, la cual no se debe ver como entretenimiento si no como un punto a favor para sí mismo que se ve como una opción inteligente y al mismo tiempo gratificante para la propia vida.
El docente se encarga de enriquecer el gusto por la lectura y de arreglárselas para que este sea exquisito; se manejara y observará a flote la comprensión de esta a como dé lugar.
SEGUNDA CARTA
NO PERMITA QUE EL MIEDO A LA DIFICULTAD LO PARALICE
Alguna cosa es difícil cuando el hecho de enfrentarse a algo se convierte a algo penoso, o sea cuando se presenta un obstáculo o simplemente un miedo.
Se define el miedo, como un sentimiento de inquietud frente a la idea de un peligro real o imaginario. El miedo en sí, es concreto.
Frente al miedo fuese lo que fuese, es preciso  que primera nos aseguremos con objetividad de la existencia de las razones que nos provocan.
Lo difícil esta siempre relacionado con la capacidad de respuesta, frente a lo difícil y a la evaluación de sí mismo en cuanto a la capacidad de respuesta del sujeto, tendrá más o menos miedo o ningún miedo o miedo infundado o, reconociendo que el desafío sobrepasa los límites del miedo, se hundirá en el pánico.
Si voy  a trabajar con la comprensión de algún texto, se deberá tomar en cuenta si mi capacidad de respuesta está a la altura del desafío, esto es del texto que debe ser comprendido; si mi capacidad de respuesta es menor o si mi capacidad de respuesta es mayor. Uno de los errores más terribles que podemos cometer mientras estudiamos, como alumnos o maestros es retroceder frente al primer obstáculo con que nos enfrentamos, no asumir la responsabilidad que nos impone la tarea de estudiar, como se impone cualquier cualquier otra tarea a quien deba realizarla.
Estudiar es un quehacer exigente cuyo proceso se da una sucesión de color y de placer, de sensación de victoria, de derrota, de dudad y alegría. Estudiar implica la formación de una disciplina rigurosa que forjamos en nosotros mismos, en nuestro cuero consciente. Debemos estar prevenidos, por el hecho de que pocas veces un texto se entrega fácilmente a la curiosidad del lector. No es cualquier curiosidad la que penetra del texto para desnudar sus verdades, sus misterios, sus inseguridades, si no la curiosidad epistemológica, la que se aproxima a él con el ímpetu y gusto de descubrirlo.
Lo que yo sé, lo sé con todo mi cuerpo, con mi mente crítica, pero también con mis sentimientos, con mis intuiciones, con mis emociones.
La lectura de una texto es una transacción entre el sujeto lector y el texto, como mediador del encuentro de ese lector  con el autor del texto. Es una composición entre el lector y el autor, en la que aquél, esforzándose con lealtad en el sentido de no traicionar el espíritu del autor “reescribe el texto”, que por su lado exige la superación del miedo a la lectura y que se va dando en el proceso de creación de aquella disciplina intelectual.
La lectura es una composición entre el autor y el lector.
El sueño legítimo de todo autor, ser leído, discutido, criticado, mejorado, reinventado pro sus lectores.El lector será tanto más productor de la comprensión del texto, cuanto más se haga realmente un aprehensor de la comprensión del autor. Él produce inteligencia del texto a medida en que ella se vuelve conocimiento que el lector ha creado y no conocimiento que le fue yuxtapuesto por la lectura del libro.No se hace nada o casi nada en el sentido de despertar y mantener encendida, viva, curiosa, la reflexión conscientemente crítica que es indispensable para la lectura creadora, vale decir la lectura capaz de desdoblarse en la reescritura del texto leído. Esa curiosidad, que el maestro o la maestra necesitan estimular en el alumno, contribuye decisivamente a la producción del conocimiento del contenido del texto, que a su vez se vuelve  fundamental para la creación de su significación.
Los educadores deben percibir las tramas sociales en las que se constituyen y se reconstruyen el lenguaje, la comunicación y la producción del conocimiento.
COMENTARIO
El autor, maneja el concepto del miedo durante la lectura. Hace hincapié respecto a lo que ha observado a menudo de su vida como docente y como todo lo que ha sido. Se busca aquí, la manera en que el profesor, debe hacer desaparecer este concepto que lleva solamente al fracaso para la lectura. La lectura en voz alta, es lo más hermoso que una persona puede impartir, pues los fonemas y forma de expresar de cada persona son diferentes. No debe existir ese miedo, que solo distrae y conlleva al bajo nivel de comprensión de la lectura, sobre todo con los niños pequeños.
El educador, debe realizar diversas adecuaciones respecto al entorno social en el que se encuentra, para así percibir los textos auténticos más sobresalientes entre la comunidad, buscando enriquecer el gusto de la lectura y la manera en que se aplica a los infantes, de manera que sea deliciosa, entretenida y quieran más y más. Que un libro para ellos no sea simplemente un  grosor ancho de hojas por montones con cientos de letras, si no que al contrario un libro para ellos se vuelva una historia nueva por descubrir, conocer y saborear, captando todo el contenido y haciendo reflexión de ello, aplicando obviamente todo lo bueno que se aprendiò, a lo largo de su vida diaria.


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